El amor es un juego y, por lo tanto, en él se pierde y se gana. El amor supone que aceptamos sufrir por y a causa del otro, de su indiferencia, de su ingratitud o de su crueldad. El enamoramiento es distinto. Nos enamoramos de alguien esperado, ausente, soñado…
Pero hay parejas de larga duración. Continúan deseándose porque han podido trasformar el enamoramiento del comienzo en gratitud, en confianza.
Nicolas Wright