(Ataque de pánico)
Freud fue el primero en hacer la descripción semiológica detallada del ataque de pánico, separándolo de la «angustia expectante» (Freud, 1895). Esta diferenciación se mantiene un siglo después, y es reproducida en el DSM-V al distinguirse entre el trastorno de pánico y el de ansiedad generalizada, dominada esta por la expectativa ansiosa de supuestos peligros que el sujeto avizora para sí o los suyos.
En terapia se trabaja en el nivel de disminuir los conflictos intrapsíquicos e interpersonales que lo despiertan, en el nivel de significados que lo despiertan que actúan como fuentes de angustia.
Nivel terapéutico efectivo, pues si se elaboran, dependiendo del caso, la angustia de separación, la agresividad y sus consecuencias, la culpa, la persecución, el trastorno narcisista, la opresión que impone el otro significativo al desarrollo del self y la pérdida del sentimiento de ser agente activo de las propias acciones, etc., se van disminuyendo las condiciones capaces de poner en funcionamiento los circuitos de la angustia.
En un análisis razonablemente conducido los trastornos de pánico disminuyen con frecuencia, se amortiguan en sus manifestaciones, o llegan a desaparecer por completo.
El ataque de pánico corresponde a una situación de desequilibrio psicobiológico. Lo propio del carácter traumático de la crisis de pánico es que implica, precisamente, la pérdida del sentimiento de confianza básico en la mente y el cuerpo en su capacidad de autorregulación. No es sólo que el conflicto produzca angustia sino que la codificación que se le otorga a la situación conflictiva como capaz de provocar la angustia es la que contribuye a producirla.
Focos de la acción terapéutica: Se trata de trabajar los conflictos intrapsíquicos e interpersonales , las situaciones traumáticas, los fenómenos de déficit , los rasgos caracterológicos, es decir, lo que una buena terapia psicoanalítica encara habitualmente. Al disminuir los afluentes de la ansiedad, se reduce el caudal de esta. Generar un sentimiento de control, ir con pasos graduales. Se le puede ofrecer al paciente la comprensión que se tiene de la psicopatología de la crisis de pánico. Me parece un error cualquier técnica que pasivise a un paciente con crisis de pánico.
Nicolas Wright